Es una de esas recetas indispensables que siempre quedan
bien. Un bizcocho suave y esponjoso, pero también con cierta firmeza que lo
hace ideal para rellenar y decorar como más te guste. No queda muy dulce pero
suficiente.
La espelta, en comparación con el trigo común, tiene un
nivel de proteínas más elevado, minerales como el hierro, vitaminas y
oligoelementos. Contiene los ocho aminoácidos esenciales, factor que la
hace muy interesante para las personas vegetarianas y deportistas.
La espelta tiene gluten y está contraindicada en celíacos sin
embargo, su contenido en gluten es bastante menor que en el trigo convencional, por
este motivo muchas personas que siguen dietas sin trigo recurren a este cereal
para elaborar sus panes o galletas. Sin duda, la espelta es más digerible que
el trigo.
Y la panela, a pesar de ser un azúcar y por tanto hay que restringir su consumo, nos aporta 50 veces más minerales que el azúcar blanco. Entre
ellos magnesio, calcio, fósforo y hierro y vitaminas como la E.
Dicho lo cual vamos a lavarnos las manos que nos ponemos en
marcha.